
El acto, cuyo hilo musical se inspiró en los años 70 y 80, sirvió de despedida para los 37 alumnos de cinco años que se incorporarán en septiembre a Primaria
Cambio de escenario. Esta fue la gran novedad en la graduación de los alumnos de Educación Infantil celebrada ayer en el grupo escolar de la Ermita.
Si en los últimos años, el acto había tenido lugar en el Auditorio Municipal, en esta ocasión la despedida de los escolares de cinco años tuvo como escenario el patio del popularmente conocido como 'colegio de abajo'. Y la ceremonia no pudo resultar más familiar, cercana y emotiva. Y del agrado de la mayoría.
Los dos grupos de escolares de cinco años ponían fin a una etapa en la que habían compartido sus primeras experiencias colegiales, adquirido sus primeros conocimientos y hecho sus primeras amistades. La emoción se palpaba en el ambiente. Padres, abuelos y resto de familiares compartían con los pequeños el fin de una etapa y el comienzo de otra.
Entre canciones de los años setenta y ochenta, a los sones de Adamo, Fórmula V, Grease o Concha Velasco, los niños y niñas de los diferentes cursos de Educación Infantil fueron mostrando unas divertidas coreografías preparadas por sus maestras que hicieron las delicias del numeroso público asistente.
Al término de los bailes y canciones, los 37 alumnos subieron al escenario para protagonizar el acto de entrega de bandas y diplomas.
A mediodía, los pequeños graduados, acompañados de sus familiares, acudieron a comer al Salón Selene para poner fin, de esta manera, a una cariñosa y emotiva jornada.
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