
Debido a la crisis sanitaria del coronavirus, este verano no será posible el baño en la piscina municipal. La decisión de no abrir al público las instalaciones acuáticas se ha adoptado tras el acuerdo al que han llegado los ayuntamientos de todos los pueblos que conforman la Mancomunidad Integral de Municipios Centro (Alange, Villagonzalo, Calamonte, Arroyo de San Serván, Mirandilla, Oliva de Mérida, San Pedro de Mérida y Trujillanos), que han antepuesto la seguridad y la salud de vecinos y visitantes a cualquier otra circunstancia.
Cabe señalar que el pasado 14 de mayo, los expertos de Salud Pública establecieron un protocolo de normas de uso de las instalaciones de piscinas, en el que se determinaban las acciones que los consistorios tenían que llevar a cabo.
Entre las medidas que los ayuntamientos debían garantizar para evitar la propagación del virus figuraban la limitación del aforo a un 30 por ciento, el mantenimiento de las distancias tanto dentro como fuera del vaso de piscina –cuatro metros en zona ajardinada, tres en los vestuarios y dos dentro del agua-, un conjunto de normas que, en definitiva, iban a suponer más problemas que beneficios.
Estas actuaciones obligarían, por consiguiente, a establecer turnos de baño, venta telemática de entradas y control de acceso al recinto, además de intensificar los trabajos de limpieza y desinfección de todas las instalaciones.
Respecto al bar-restaurante, sí abrirá sus puertas ya que la gestión de los recintos acuático y hostelero son diferentes.
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