Pedro Espinosa
Martes, 23 de febrero 2016, 11:05
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Indignación, rabia y enfado fueron algunas de las sensaciones que experimentaron los miembros de la Hermandad de San Isidro cuando el pasado sábado se desplazaron al recinto de Cabeza Real para realizar algunas tareas de mantenimiento y descubrieron los robos y destrozos que los ladrones habían causado en algunas de las instalaciones.
Al llegar a las inmediaciones de la Ermita observaron los cristales de las ventanas rotos a pedradas y no salieron de su asombro al percatarse de que de los servicios que se encuentran cerca de la pista de baile los delincuentes habían arrancado y sustraído con sumo cuidado y limpieza un lavabo y un inodoro.
Según explica a Hoy La Zarza Fernando Paredes, hermano mayor de la Hermandad de San Isidro, al encontrarse la puerta principal cerrada con candado, resulta imposible acceder con coche al interior del recinto, por lo que los autores del robo han debido llevarse las piezas a pie o en moto.
Los hechos han sido puestos en conocimiento de la Policía Local y en breve se interpondrá la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.
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