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Imagen de los portales hace cien años
La Zarza en el Catálogo Monumental de la Provincia de Badajoz de José Ramón Mélida (1907-1910)

La Zarza en el Catálogo Monumental de la Provincia de Badajoz de José Ramón Mélida (1907-1910)

Mélida recorrió la provincia de Badajoz hace más de cien años para elaborar este catálogo en el que se recogen cinco monumentos de La Zarza, descritos y fotografiados

PEDRO DAVID BENÍTEZ ROMERO

Viernes, 27 de noviembre 2015, 06:58

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Al madrileño José Ramón Mélida Alinari (1856-1933) se le considera como el arqueólogo español más representativo de finales del siglo XIX y principios del XX. Muchos, incluso, lo consideran como el padre de la arqueología española por su gran trayectoria profesional en esta disciplina, así como por su labor de académico y escritor. Gran parte de sus investigaciones y trabajos los realizó en Extremadura entre 1907 y 1930, y de ellos destacan la elaboración de los Catálogos monumentales de Badajoz y Cáceres, incluidos en el Catálogo Monumental de España de 1925, así como sus excavaciones arqueológicas en Augusta Emérita (Mérida) y su estudio del Tesoro de Aliseda.

El Catálogo Monumental de Badajoz fue publicado en tres tomos, los dos primeros bajo el titulo texto y el tercero láminas. Para elaborarlo, José Ramón Mélida recorrió entre 1907 y 1910 cada rincón de la provincia pacense, donde localizó la presencia de restos monumentales de todo tipo, incluyendo edificios, ruinas, yacimientos, inscripciones y objetos de interés histórico. Utilizó para ello la tradición oral así como la ayuda de lugareños y eruditos locales. Entre los numerosos monumentos incluidos en este Catálogo aparecen cinco monumentos de La Zarza descritos y fotografiados.

PINTURAS RUPESTRES

El primer tomo está dedicado a las antigüedades anteriores al período romano. En este apartado, bajo el epígrafe monumentos artísticos se recoge un gran número de pinturas rupestres, entre las cuales aparecen citadas las pinturas de la cueva de La Zarza. Mélida se refirió a ellas así:

Situadas en la sierra que se extiende al lado del camino que va desde La Zarza a Alange. Descubrió estas pinturas el conocido investigador Abate Breuil, el cual no las ha publicado todavía, pero presentó los dibujos en la Exposición de Arte prehistórico celebrada en Madrid en 1921 por la Sociedad Española de Amigos del Arte. Son las pinturas de La Zarza del mismo estilo que las de Alburquerque: esquemas de figuras humanas, o sea líneas verticales cortadas por curvas, signos y trazados que el descubridor conjetura puedan ser representaciones de carretas toscas.

ANILLO ROMANO

El capítulo más documentado del catálogo es el correspondiente a la época romana. En él encontramos referencias a las colecciones arqueológicas emeritenses que incluyen también antigüedades descubiertas en villas o casas de campo situadas en los alrededores de Mérida. Bajo el epígrafe Piedras grabadas y joyas aparece descrito, entre las numerosas piezas arqueológicas, un anillo de oro hallado en La Zarza:

Anillo de oro, pequeño como para niño, compuesto de un alambre redondo con chatón en el que aparece de relieve el busto de Minerva con casco frigio mirando hacia la derecha. Hallado en La Zarza. Museo de Mérida.

El anillo se encuentra expuesto actualmente en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, en la sección de orfebrería y adornos personales, en la sala dos (primera planta). El anillo, que fue realizado mediante las técnicas de fundido y moldeado y tiene un diámetro de 1,60 centímetros, esta datado entre los siglos I a. C. y el III d. C. La diosa Minerva se relaciona con la sabiduría, las artes y la guerra en la mitología romana.

En el último epígrafe del segundo tomo del Catálogo, titulado Épocas de la Reconquista y Moderna se describen otros tres monumentos zarceños.

IGLESIA DE SAN MARTÍN

La iglesia parroquial de San Martín aparece descrita por José Ramón Mélida en el catálogo de la siguiente manera:

Es una fábrica de mampostería, con algunos estribos de ladrillo. Lo notable que ofrece al exterior por su costado del N. es un friso alto de arquitos angulados de ladrillo, obra morisca. Las portadas son de traza clásica, del XVIII. La torre, con el cuerpo superior de ladrillo, cuadrada y con dos arcos a cada lado, es del siglo XVI. El interior es de una nave, dividida en cuatro tramos, de bóvedas góticas de crucería y lo mismo el ábside, de tres lados. Los arcos son de medio punto, menos el triunfal que es apuntado, que divide el primer tramo de la nave de las demás y posiblemente la parte más vieja, que es la cabecera, del resto que debe datar del siglo XVI. Los retablos son barrocos, de talla dorada, con columnas salomónicas.

En el tercer tomo dedicado a las láminas, aparece una fotografía de la iglesia tomada entre 1907 y 1910, donde pueden observarse interesantes y singulares detalles arquitectónicos que hoy en día no se ven, ya que fueron reconstruidos, como la torre y la cubierta del campanario, una casa adosada a la iglesia, la ubicación del reloj o el pavimento antes de la construcción del atrio.

LA ERMITA

Mélida también se refiere en el catálogo a la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, sobre la que aparece la siguiente descripción:

Ermita de Nª Sª de las Nieves (antes de los santos mártires Fabián y Sebastián). Hallase a las afueras, al oeste, aislada y es un edificio blanco, pintoresco, de bonito aspecto. Como de costumbre en Extremadura dos cúpulas juntas indican camarín y crucero, destacan de sus muros pilastras de piedra de orden toscano. Las puertas llevan por coronamiento frontones partidos, y la fachada principal pirámides y espadaña o campanario de dos huecos.- Debió ser reconstruida ésta ermita en el siglo XVII, pues existe una Real Cédula de Felipe IV, fechada en Madrid a 20 de diciembre de 1626, disponiendo que en la Ermita de los Mártires, que estaba casi sin culto se le diera en adelante a Nª Sª de las Nieves, y asi que con 10.000 reales que se habían juntado de limosnas, se hiciera la referida ermita con su media naranja, camarín y dos colaterales con su sacristía, que es según lo aprobado por maestros Alarifes quienes ofrecían ejecutarla por sí y poner jornales por cinco mil reales y que los materiales podrían costar tres o cuatro mil reales.- El interior es de una nave con arcos de medio punto, de piedra, que la dividen en cuatro tramos, con bóvedas de lunetas, crucero, como se indicó, cuyo frente ocupa el retablo mayor en comunicación con el camarín, el cual como siempre, está a piso más alto y está adornado con pinturas de gusto Luis XV, que representan las mujeres de la Biblia. La imagen de la Virgen, que está vestida y por consiguiente se ve mal, es de talla, arcaica, del siglo XIII o del XIV y mide 1,20 metros.

Complementando a la descripción del monumento aparece una fotografía de la Ermita en la que puede apreciarse el aspecto que tenía la fachada a principios del siglo XX. En la imagen se aprecia en la parte izquierda uno de los kioscos que había en el atrio. También pueden observarse algunos elementos arquitectónicos decorativos distintos a los que vemos hoy, como el frontón partido de la portada, la cornisa y la espadaña del campanario, que fueron reconstruidos en 1928.

LOS PORTALES

El último monumento zarceño con el que finaliza el segundo tomo del catálogo se refiere a los Portales, descritos por Mélida de forma muy somera:

Calle antigua. Es curiosa por tener a ambos lados soportales, con arcadas de medio punto y enjalbegadas.

También incluye una fotografía de los Portales muy interesante, en la que se observa su estado entre 1907 y 1910, fecha en la que se tomó la imagen. Llama la atención el pavimento de la calle, actual calle La Carrera y el aspecto de los soportales, seguramente muy próximo al modelo arquitectónico original.

Los Portales fueron construidos en la primera mitad del siglo XVIII por el Real Patronato de la Virgen de las Nieves, y su función era la de dar cobijo a los más pobres o a los peregrinos. En ellos también se instalaban los puestos de mercaderes que acudían a la fiesta de septiembre. En la parte izquierda, adosada a los Portales, se situaba la Casa Mesón, que era una hospedería. En esta casa se encuentra el pozo donde se inició la tradición de la Virgen de las Nieves ya que en él, según la leyenda, se encontró la primitiva talla de la imagen de la Virgen en el siglo XIV.

Pero David Benítez Romero. Licenciado en Historia / Arqueólogo

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