Noticias de La Zarza en el 'Correo de la mañana', 1914-1927 (y II)
El periódico pacense recogió en sus páginas la mala situación de las escuelas, la traída de energía eléctrica desde Villagonzalo, la boda de D. Isidro Paredes y la celebración de la fiesta de la Ascensión
FABIÁN LAVADO RODRÍGUEZ
Lunes, 22 de febrero 2021, 23:09
Continuamos con las noticias sobre La Zarza aparecidas en el periódico 'Correo de la Mañana', fundado en Badajoz en 1914, cuyo director fue D. José López Prudencio.
'Una alcaldada'
El 11 de septiembre de 1923 se publicó el artículo 'Una alcaldada', por parte de D. Rafael Morales y D. Teodomiro Camacho, presidente y secretario respectivamente de la Asociación Provincial del Magisterio Primario, dirigido al Gobernador Civil, denunciando una serie de irregularidades en las escuelas de La Zarza. Estos problemas no resultaban ajenos a las escuelas de Extremadura como podemos leer en el delicioso libro 'Viaje a las escuelas de España. Extremadura', de Luis Bello.
El artículo decía así: «El maestro de Zarza junto Alange, don Luis Romero, acude a la Asociación provincial del Magisterio primario, poniendo en su conocimiento que, aprovechando su ausencia durante las pasadas vacaciones estivales, se ha procedido por el Alcalde de dicha localidad [D. Abdón Guerrero Bravo] al derribo de los tabiques que separaban las escuelas números 1 y 2, con objeto de establecer en ellas un cine varieté, que ya ha empezado a funcionar. Por la misma autoridad, se ha pasado oficio al maestro de referencia, pidiéndole que ceda dos de sus habitaciones, situadas en la planta baja del mismo edificio, para establecer en ellas una cervecería. Rogamos al señor Gobernador civil de la provincia y al inspector de la zona, tomen cartas en el asunto en averiguación de los hechos y procedan al castigo del autor o autores de tan inusitado atropello…y esperamos confiados que las dignas y cultas autoridades de la provincia no dejarán pasar actos tan bochornosos y que tan pobre idea dan del nivel intelectual de sus autores».

La respuesta no se hizo esperar, el 23 de septiembre D. Ángel Adame replicó en el diario: «Tuvimos el mal gusto de leer el suelto publicado por ustedes, y lamentamos de todo corazón que el contenido del mismo nos obligue a contestar en forma tan cruda como lo hacemos… En esta localidad no ha ocurrido nada de lo que aseguran, comprendemos fueran mal informados y en pocas palabras se lo demostraremos… El maestro de esta localidad, don Luis Romero, es un borracho inconsciente, al que no puede tomársele en consideración lo que diga… nos ha extrañado extraordinariamente sea él el autor de la denuncia que motivó el suelto publicado… En años anteriores, cuando en esta localidad regían los destinos de la misma unos cuantos señores feudales [hace referencia al gobierno del alcalde D. Leonardo Romero Trinidad] de los que era esbirro incondicional el célebre maestro que nos ocupa, se llevó a cabo una de las infamias más grandes que pueden cometerse. El jefe de aquel célebre feudalismo tenía arrendada la planta baja de la casa escuela y porque le hizo falta un trozo de local para encerrar paja para sus caballerías, se atajó un trozo de escuela, el más amplio de ellos, con lo que quedó reducida ésta a ocho metros poco más a menos, una especie de celda…y en la que tuvieron que meterse dos maestros nacionales con un contingente o matrícula de lo menos setenta niños. Excuso decirles a ustedes que las protestas del vecindario debieron oírse lo menos en el Japón. No habían podido estas autoridades [las actuales de 1923] examinar con detenimiento la obra hecha… y no pueden ustedes imaginarse la estupefacción que a todos causó la dicha obra, con ladrillos de los que aquí designamos comunes puestos de canto, y al final del techo, trozos de cañizo, sin base para afianzarla, puesto que para dar paso al pajar del arrendatario tuvieron que quedar una callejuela; quedaba un tabique con más de tres metros de altura, el que, al menor golpe, quedaba balanceándose y en disposición de tumbarse a la menor presión; pueden, por tanto, calcular la serie de desgracias que indiscutiblemente ocurrirían de haber continuado el tabique en las condiciones que estaba… Pero como todos estos señores están asociados y, por lo tanto, constituyen una fuerza importante, tenemos a la fuerza que tragarlos o retirar los niños de la escuela, que es lo que, hasta la fecha, vienen haciendo estos vecinos... Rogamos a las autoridades que quieran apiadarse de la situación de un pueblo que ve cómo le suben el sueldo a dos maestros… que les facilitan el continuar una vida de orgía con completo abandono de su cargo, nos protejan para echarlos. Esperamos a ustedes y al señor inspector de la zona para que eviten inmediatamente la continuación en sus cargos de esto dos maestros y… echándolos, hacen una obra meritoria, no dé lugar a que ustedes se pasen el tiempo tramitando expedientes».
Por último, Teodomiro Camacho, secretario de la Asociación Provincial del Magisterio, zanja el asunto con la nota publicada el 6 de octubre: «…nosotros hemos hablado en sentido hipotético, puesto que pedíamos el esclarecimiento de los hechos, y que, por lo tanto, sólo cuando se confirmase la certeza de las denuncias… se impongan las sanciones debidas, es cosa que nos ratificamos, pues no podemos dejar indefensos ni a la escuela ni al maestro. Hecha esta aclaración, hemos de consignar que en nuestro suelto [11 de septiembre de 1923] nos limitamos a recoger las denuncias del maestro».
Fluido eléctrico en La Zarza
El periódico del 11 junio de 1925 informó de los acuerdos tomados en la Comisión Provincial de la Diputación de Badajoz, entre ellos uno referido al fluido eléctrico en La Zarza: «…celebró sesión la Comisión bajo la presidencia de don Sebastián García Guerrero, habiéndose adoptado los siguientes acuerdos:…informar al señor Gobernador civil de la autorización solicitada por doña Nieves Suárez, de Don Benito, [viuda de D. Jacinto Guillén] para transportar desde su fábrica de harinas San Amaro, en término de Villagonzalo, energía eléctrica a alta tensión a este pueblo y a los de Zarza de Alange y Alange, para el alumbrado público y particular». Previamente, el Ayuntamiento de La Zarza había aprobado, en la Comisión Permanente del 7 de marzo, concederle la autorización para empezar los trabajos necesarios relativos a la instalación de la línea de alumbrado particular de la población, y en la del día 21 de marzo, otorgarle el permiso para edificar en la calle Coso una caseta de transformación de fluido eléctrico, necesaria para el servicio del alumbrado público.

Boda y fiesta de la Ascensión
Finalizamos con dos «crónicas de salones» o prensa rosa como se denomina actualmente, redactadas con un lenguaje remilgado y pueril. La primera, titulada «De Calamonte. Boda aristocrática», escrita por un invitado y publicada el 5 de agosto de 1925: «Ayer tuvo lugar en la iglesia de la Asunción, de esta villa, el enlace matrimonial de la bella y simpatiquísima señora Manuela Ruiz con el acaudalado propietario industrial de Zarza de Alange don Isidro Paredes. Bendijo la unión el cura párroco de este pueblo don Primitivo Guillén Real, apadrinándolos el acaudalado comerciante, tío de la novia, don Santiago Clemente Bergele y su encantadora y simpatiquísima hija María. La novia vestía un elegante traje de punto rizado negro, y un elegante velo que rodeando la cabeza, iba a terminar ondulante por la espalda a descansar en manos de dos niños; en la cabeza lucía el simbólico ramo de azahar, simulando corona de desposada. El novio vestía con suprema distinción un elegante traje negro. Terminada la ceremonia nupcial nos dirigimos a casa de la madre de la novia, doña Encarnación Gómez, siguiendo todo el día de diversión y abandonando la casa a hora muy avanzada de la noche; cada cual se fue a su casa, quedando tan sólo la remembranza del ayer y la tristeza de perder otra amiga del mundo solteril. Tanto yo como los demás invitados, le damos nuestra más cordial enhorabuena y le deseamos una eterna luna de miel».
La segunda, aparecida el 16 mayo de 1926, nos describe el ambiente festivo de uno de los tres jueves que «relucen más que el Sol», en este caso el día de la Ascensión: «Para que la antigua tradición no decaiga, las niñas zarceñas se han engalanado lo mejor posible, y adornadas con abundantes flores, se han lanzado a la calle dispuestas a divertirse. Desde las cinco de la tarde nuestro atrio-paseo se ha visto invadido por un gentío alegre y revoltoso. Los quioscos, particularmente el de Franco, se ven repletos de parroquianos, siendo preciso casi asaltarlos para procurarse un asiento. Preciosas parejitas pasean de un lado a otro, las que con sus graciosos movimientos hacen perder el equilibrio mental a muchos pacíficos paseantes».
FABIÁN LAVADO RODRÍGUEZ
Cronista Oficial de La Zarza
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