
Debido a la delicada situación económica que atraviesa el servicio municipal del Matadero, con la obligación de cumplir la Ley estatal 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), y dado que se trata de una competencia impropia que debe estar equilibrada económicamente, la corporación municipal ha decidido por unanimidad proceder a su cierre.
La citada instalación –inaugurada en 1959 junto con la Plaza de Abastos-, con más gastos que ingresos, necesitaría, además, una inversión superior a los 20.000 euros para adaptarlo a la normativa europea.
El hecho de no constituir el matadero un servicio obligatorio permite que el Consistorio pueda libremente acordar su supresión, justificada esta por el elevado coste de su mantenimiento y por la consiguiente distracción de recursos que pueden emplearse en otras actividades y servicios para los vecinos.
A tal efecto, se constituirá una comisión de estudio compuesta por miembros de la Corporación y personal técnico, la cual elaborará una memoria relativa a las causas que motivan la supresión del servicio. Así mismo, se elaborará un informe relativo a la rentabilidad del mismo que refleje su viabilidad y coste de sostenimiento.
El personal empleado público que trabaja en el Matadero será reubicado en otro puesto de trabajo de la misma categoría en la plantilla municipal.
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