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Zarceños por el mundo: Alicia Macías, residente en Dubái

Zarceños por el mundo: Alicia Macías, residente en Dubái

"Todas las semanas quedamos con amigos españoles y portugueses para comer, salir o irnos de barbacoa al desierto"

Pedro Espinosa

Jueves, 24 de diciembre 2015, 08:30

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En el colegio de mis hijos hay 83 nacionalidades afirma Alicia Macías, residente en Dubái. Esta es la realidad del emirato más occidental de los siete que conforman los Emiratos Árabes Unidos.

Hace ya cuatro años que esta zarceña puso rumbo al Golfo Pérsico ante una oferta de trabajo irrechazable que recibió mi marido. Casada con el cordobés Izzat, es madre de tres hijos, Azahara, Naím y Adam, este último nacido en Dubái.

Mi adaptación fue fenomenal comenta la protagonista de esta sección para HOY La Zarza-, pues el clima, la playa, y, sobre todo, el hecho de que mi marido llevara ya un tiempo aquí, contribuyeron a que me integrara rápidamente en la vida de la ciudad.

En Dubái, el nivel de vida es altísimo continúa Alicia-. Aquí se encuentra el rascacielos más alto del mundo (Burj Khalifa), el hotel más lujoso (Burj Al Arab), el centro comercial más grande del mundo (Dubai Mall).

Alicia, de 39 años y fotógrafa de profesión, se dedica a la familia. Llevo los niños a un colegio americano al que asisten niños procedentes de todo el mundo, lo que les permite conocer otras culturas.

Con más de dos millones de habitantes censados, el 90 % de la población de Dubái es extranjera. Una vez a la semana quedamos con amigos españoles o portugueses para comer, salir y, a veces, irnos al desierto de barbacoa.

Aunque el idioma oficial es el árabe, la mayor parte de sus habitantes hablan inglés. Mis hijos son bilingües. En el colegio o en el parque, hablan inglés y en casa, español.

En cuanto a la vida diaria, declara que la vivienda es carísima; la gasolina, muy barata y la comida y la ropa, algo más caras que en España. Los hombres nativos visten de blanco, un blanco radiante e inmaculado, y las mujeres, de negro, maquilladas, con tacones y muy elegantes.

A pesar de que venimos a La Zarza en verano y en Navidad, y mis padres suelen ir una vez al año, me gustaría estar más cerca reconoce Alicia-, sobre todo por mi familia.

También echa de menos el campo, la sierra, los paisajes, porque aquí, una vez que sales de la ciudad, sólo hay desierto, todo desierto.

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