Entrevista a Antonio Lavado Gragera, Antonio "El Panadero"

Tercera generación de la Panadería Lavado -fundada en 1920-, afirma que antes se consumía tres o cuatro veces más pan que ahora

Pedro Espinosa

Viernes, 23 de octubre 2015, 17:35

Antonio Lavado Gragera, más conocido como Antonio el panadero, ha pasado más de 50 años trabajando en la Panadería Lavado, una de las panaderías más antiguas de la comarca y parte de la historia reciente de la localidad.

Publicidad

El más pequeño de ocho hermanos, está casado con la oliventina, Elisa Rodríguez, tienen cinco hijos y cinco nietos.

Ha pasado casi toda la vida alrededor del pan. ¿A qué edad empezó?

Comencé a trabajar a los 14 años, justo al dejar la escuela. Mi maestro era don Francisco Fernández Florido.

¿Nos podría hablar del origen de la Panadería Lavado?

Mi abuelo, Toribio Gragera, procedente de Montijo, se instaló en La Zarza a finales del siglo XIX. Empezó a trabajar en una panadería que había en los portales y en unos molinos de la familia de mi abuela, Antonia, con quien acabaría casándose en 1890 y fundando la panadería Toribio Gragera.

Tuvieron cuatro hijos. Para tener todo legal, iban a poner la panadería a nombre de la hija mayor, Tomasa, pero al ser esta menor de edad, la pusieron a nombre de su futuro marido, Fabián Lavado. Corría el año 1920 y nacía así la Panadería Lavado, posiblemente en el mismo emplazamiento de la actualidad.

¿Quiénes trabajaban al principio en la panadería?

Mi padre Fabián y mis tíos Paco y Martín. Mi tío Paco se fue a Mérida y le sustituyó José el Quinto, quien permanecería mucho tiempo con nosotros.

¿En qué consistía su trabajo?

Publicidad

Yo hacía de todo, pero empecé muy pronto a vender el pan en la calle con una burra y unas angarillas. Acabé repartiendo con un Land Rover por Villagonzalo, Alange, Los Pajares y los cortijos y fincas de los campos de Alange.

¿Cómo ha evolucionado la Panadería Lavado en estos casi cien años de historia?

Los cambios han venido de la mano de la evolución de los medios técnicos. Empezamos con un horno de ladrillo; a continuación, uno giratorio, de leña y posteriormente, uno de gasoil; si bien, hoy día también seguimos utilizando el horno de leña.

Publicidad

La maquinaria ha evolucionado mucho. En los comienzos se hacía toda la masa a mano; después aparecieron las cilindradoras, amasadoras, etc.

Se hacía pan todos los días del año, excepto el del día de Navidad y el de la Virgen.

¿Cuánto costaba el pan hace 50 años?

Sí, unas 4 ó 5 pesetas. Había gente que lo dejaba a deber porque no lo podía pagar.

En cuanto al consumo, ¿hay mucha diferencia entre antes y ahora?

Muchísima. Antes se consumía tres o cuatro veces más pan que ahora.

Publicidad

Actualmente se encuentra al frente de la panadería la cuarta generación de la familia.

Sí, al fallecer mis hermanos Francisco, Martín y Toribio, les sucedieron mis sobrinos Fabián fallecido hace un año-, Fabián, Mateo y Manuel. Hay que señalar también el trabajo de mis hermanas María, Marcelina, Saturia y Patricia, tanto en la casa familiar como en el negocio cuando hizo falta.

Ha cambiado también el tipo de pan que se fabricaba?

Sí, antes sólo se hacía el pan cuadrado de 800 gramos. Hoy día, aparte del pan tradicional, se hace pan tostado, integral, baguettes, migas, etc.

¿Qué futuro ve a la panadería?

Publicidad

Creo que la panadería tradicional tiene poco futuro. Tenemos la competencia del pan precongelado que requiere menos trabajo; aunque aún hay mucha gente sobre todo en las grandes ciudades- que valora el pan de pueblo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido

Publicidad