
En la hemeroteca del periódico HOY de 1953 aparece la siguiente crónica publicada al término de la feria de septiembre de ese año. Reza así:
«Se han celebrado las solemnes fiestas que anualmente organiza la Cofradía de Nuestra Señora de las Nieves en honor a nuestra Patrona. Para ello, según costumbre tradicional, el último domingo de agosto se hizo el petitorio de la Santísima Virgen en el que la Junta Directiva de la Cofradía, las autoridades y numerosos devotos solicitaron de todas las casas del pueblo, aún de las más humildes, su colaboración para la mayor solemnidad de las fiestas y cultos, reuniendo 2.550 pesetas en metálico y numerosos artículos en especie que, subastados en la noche del día 10, importaron 4.729 pesetas. A esta cantidad habría que añadir otras 8.000 que durante los días de las fiestas han ido depositando en la mesa petitoria de la ermita todos los hijos del pueblo y los numerosos devotos de otras partes que en un constante desfile han pasado durante estos días por la ermita para orar ante la imagen querida y venerada de nuestra amada Patrona.
A las veinte horas del día 7, a los acordes del himno nacional, hizo su entrada en la ermita la banda de música de nuestro vecino pueblo de Valverde de Mérida, que dirige el culto profesor señor Porro, y minutos después, con una atronadora salva de cohetes y la artística y fantástica iluminación de la fachada del santuario y del real de la feria, quedó esta inaugurada.
A las veintitrés horas, el pueblo en masa ocupaba el atrio de la ermita para presenciar la quema de los fuegos artificiales, pero una inoportuna tormenta que, aunque débil, se prolongó más allá de las doce de la noche, obligó a suspender los fuegos hasta la noche siguiente.
A las diez y media de la mañana del día 8, después de una hermosa misa de comunión general, ofrendada por nuestro párroco don Serafín Murillo, se celebró la misa solemne por el señor cura de Valverde de Mérida, asistido por los señores curas de Don Álvaro y Villagonzalo, y haciendo el panegírico durante la misma el coadjutor de Santa Eulalia, de Mérida, don José Barragán Moreno, que con cálida y elocuente palabra ensalzó las glorias de la Santísima Virgen. Un nutrido grupo de jóvenes dirigidos por nuestro párroco interpretó la misa 'Te Deum laudamus', de Perossi. Después de la santa misa, se hizo alrededor de la ermita la procesión, durante la cual, nuestra excelsa Patrona, desde su valiosísima y artística carroza de plata, sonreía a su pueblo que enfervorizado aclamaba incesantemente a su Virgen de las Nieves.
Terminados los actos religiosos, se iniciaron los profanos, entre los que hemos de destacar dos partidos de fútbol celebrados por dos equipos de la localidad y los de los pueblos de Torremejía y Villagonzalo, resultando en ambos vencedores los equipos locales por 4-1 y 4-3 respectivamente; una carrera de cintas a caballo, en la que numerosos caballistas lucieron sus habilidades y numerosos actos en los que el pueblo trabajador y honrado encontró solaz esparcimiento durante estos días».
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