Victoria sufrida del Zarceño ante el Pizarro

Sudor, mucho sudor necesitó ayer el CD Zarceño para conseguir una victoria que podía haber sido clara de haber aprovechado las oportunidades generadas ante el marco del CF Pizarro. Un ajustado 3-2 fue el resultado final.

Los de casa fueron de más a menos y vieron cómo los romanos les empataban un partido que los locales tenían encarrilado merced a los tantos de Domínguez y Nono. Y tuvo que ser Iván Andújar, el mejor sobre el césped de la ciudad deportiva, quien resolviera en jugada personal en los últimos compases del choque.

Arrancaron bien los tierrablanqueros con presión sobre el combinado emeritense y creación de ocasiones. Nogales remataría fuera a los cinco minutos un córner lanzado por José Mari y Nono lo intentaría varias veces desde fuera del área. Así, hasta el minuto 23 en el que Domínguez remataría a placer una gran jugada de Andújar por banda izquierda. Un resultado que hacía justicia al empuje local. Domínguez, que llegaba con claridad por su banda, gozó de varias oportunidades para haber aumentado el marcador. En el 43, Nono conectaría un zurdazo que fue repelido por Murillo, cancerbero visitante. Con el 1-0 se llegaría al descanso.

Cuatro goles en la segunda mitad

La segunda parte no podría comenzar mejor para los pupilos de Eduardo Grajera. A los tres minutos marcaría Nono a pase de Domínguez. Salieron enchufados los zarceños y todo parecía presagiar que el partido estaba encarrilado. Se preveía una victoria fácil. Pero nada más lejos de la realidad, todo se quedó en un espejismo.

A los nueve minutos de la reanudación, falta directa desde fuera del área transformada por el jugador del Pizarro, Flores. El portero local, Juanlu, mal colocado encajó el gol por su sitio, por el lugar donde debía estar y no estaba. El tanto dio alas a los emeritenses y puso nerviosos a los de casa. Los visitantes empezaron a creer y apenas un cuarto de hora más tarde, empataban el partido gracias a un gol de Suárez tras finalizar una contra que pilló adelantada a la defensa. Desencanto entre los aficionados locales que vieron como un partido fácil se ponía cuesta arriba. El balón no tenía dueño. Los de casa, imprecisos, querían, pero no acertaban a perforar la meta de un inspirado Murillo.

Hasta que llegó el minuto 87. La magia de Iván Andújar, una vez más, hizo acto de presencia.

El de Villagonzalo cogió el balón en su banda y, en jugada personal, chutó con la derecha y el esférico se alojó, tras golpear en el poste, en las redes visitantes. Delirio en la grada, que veía cómo el partido caminaba hacia el empate.

Con el 3-2 definitivo finalizaría el choque. Victoria trabajada, sufrida, que consolida al equipo en la quinta posición, antes del difícil compromiso del próximo domingo en Entrerríos.