Un hat-trick de Mario tumba al Monesterio

Arrancó el partido con equilibrio táctico y sin un dominio claro por ninguno de los dos bandos.

El equipo local intentaba hilvanar jugada pero no parecía ser el día. Un disparo ligeramente alto de Iván fue el único aviso local en el primer tramo de partido. A continuación iría creciéndose el conjunto jamonero ante el desconcierto de los de casa. Y comenzaría sobre el minuto 20 el recital del cancerbero local, Murillo. Ante unos minutos de acoso monesteriense, respondió el guardameta con un variado abanico de intervenciones que culminó con el desvío de un balón al larguero.

El Zarceño era incapaz de sacudirse la presión asfixiante que provocaba continuas pérdidas de balón y, sobre todo, mostraba una gran dificultad a la hora de salir con el esférico.

Dos tímidas aproximaciones del Zarceño a cargo de Mario y Rubén y algún saque de esquina fue todo el bagaje ofensivo en la recta final del primer tiempo.

Con el empate inicial tomaron los jugadores el camino de los vestuarios.

En el descanso se produjo un cambio que iba a tener bastante influencia en el desarrollo del segundo período. El defensa central, Jorge, lesionado, dejó su puesto al centrocampista Nono, pasando Chema al centro de la defensa. Reorganización táctica y mayor clarividencia ofensiva en las filas locales.

A los 8 minutos de la reanudación, un incisivo Mario roba un balón dividido en la defensa rival, se interna en el área y define con la derecha. 1-0 y alivio en la grada, que ya empezaba a mostrar signos de desesperación. Pero muy poco duró la alegría en el combinado tierrablanquero. Dos minutos después sería el delantero visitante, Carretero, quien lograría la igualada al rematar casi a placer ante la salida de Murillo. Volver a empezar.

A pesar del tanto encajado, el Zarceño iba a más, quería ganar. Se presentía. En el minuto 60, saque perfecto de falta de Mario e impecable remate de cabeza de Izan. Precioso gol del delantero alangeño.

Nono quiso dejar su impronta de calidad en una jugada personal que acabó con un disparo fuera de la portería tras dos regates preciosistas a sendos jugadores visitantes.

Mientras tanto, Murillo se encargaría de abortar un contraataque del Monesterio con otra buena parada. Pero si el guardameta fue el protagonista de la primera mitad, la segunda tendría un nombre propio: Mario. Tras el primer tanto y la asistencia en el segundo, sería el autor del tercero con un zurdazo que se coló irremisiblemente en el arco forastero tras golpear en el poste. 3 a 1 y el partido totalmente encarrilado.

Pero aún quedaría un nuevo tanto del mismo jugador tras finalizar un contraataque en el minuto 75 y elevar el cuero por encima del portero rival.

Hat-trick del delantero y partido sentenciado. Gran segunda parte de todo el equipo en el último partido sobre la tierra de la ciudad deportiva.

Esta semana deben comenzar las obras para la instalación del tan deseado césped artificial.

Mientras tanto dos meses, aproximadamente-, el Zarceño jugará los partidos de casa en Alange. El próximo domingo toca fuera, en Almendralejo frente al Extremadura C. A seguir sumando.