Alegría para unos, tristeza para otros

Apenas separadas por unos 50 metros, las sedes de la Peña Madridista y la Peña Atlética vivieron anoche el partido, sin duda, más importante de la temporada: la final de la Copa de Europa disputada entre los dos grandes equipos de la capital de España.

Tras un intenso y reñido partido, se llegó a la emocionante tanda de penaltis en la que la fortuna estuvo del lado madridista y provocó una explosión de júbilo entre los aficionados blancos de la localidad y sumió en el dolor a los hinchas rojiblancos.

Habían comenzado la jornada los integrantes de la Peña Madridista Zarceña con una mariscada a mediodía en su sede, situada en el bar-restaurante Punto y Coma, mientras que los miembros de la Peña Atlética La Zarza habían organizado una barbacoa a media tarde en el mesón El Pensaero.

Al término del encuentro, la felicidad y el alborozo se apoderaron del local blanco, mientras que la pena y la desilusión inundaron la sede rojiblanca.

Tras el correspondiente lanzamiento de cohetes por parte de los seguidores madridistas, se organizó la tradicional caravana de vehículos para recorrer algunas calles de la localidad, rendir visita al Monumento al Arriero, concentrarse en El Pilar y continuar con la celebración en diferentes establecimientos de la localidad.

Por su parte, la hinchada rojiblanca decidió, una parte marcharse a sus respectivos domicilios y otra, más entusiasta, optó por hacer un recorrido también por algunas calles del municipio para manifestar de esta manera su incondicional apoyo al equipo en estos difíciles momentos.

Hay que destacar el buen ambiente vivido entre las dos hinchadas y la ausencia de incidentes entre ambos bandos.