Abultada derrota en casa ante el Mérida Promesas

No pudo ser. A pesar de la entrega y el coraje, el equipo acabó sucumbiendo ante el Nueva Ciudad-Mérida Promesas en un partido determinado por la expulsión del central Javier Barrero cuando apenas se habían disputado unos minutos de la segunda parte.

El combinado tierrablanquero ofreció buenos momentos, pero la fragilidad defensiva, una vez más, tuvo su protagonismo. El conjunto dirigido por José Ramón Cabezas es el más goleado del grupo con 39 tantos encajados en las 15 jornadas disputadas, lo que equivale a una media de 2,6 tantos por encuentro. A su vez es el equipo menos anotador del grupo con 17 goles marcados (1,1 por partido). Un serio problema que el entrenador debiera considerar.

Independientemente de los datos, no hay que achacar nada a los jugadores. Lo dan todo, pero sin recompensa.

Arrancó el choque con claro dominio visitante que, cada vez iba acercándose más al marco defendido por Murillo. Hasta que en el minuto 18 Gerardo se adelanta a la defensa y remata solo una falta sacada desde la banda izquierda. 0-1 y los de casa aún sin entrar en el partido.

Tardaron en despertar los blanquiazules y poco a poco fueron sacudiéndose el dominio romano. Mejoraron los tierrablanqueros en el tramo final del primer período con ocasiones de Javier, varios saques de esquina y una falta de Iván al larguero en el minuto 33. Pero el resultado ya no se movería.

En la segunda mitad los locales salieron en busca del empate, objetivo que se vio mermado al ver Javier Barrero en el minuto 53 la segunda cartulina amarilla. Decisión arbitral más que protestada por jugadores y afición que dejó al equipo con un hombre menos durante el resto del encuentro.

Mazazo moral para un equipo que, a pesar de todo, siguió plantando cara al partido. Hasta que en el minuto 70 Roberto sacó un disparo cruzado que batió a Murillo. 0-2 y el partido muy cuesta arriba. Intentó rehacerse el Zarceño y en el 78, Cerrato Jr., que había entrado 10 minutos antes, culminaba una gran jugada de ataque llevada por Nogales y Nono. 1-2 en el marcador que hacía renacer las esperanzas en la afición y en un equipo que iba de menos a más. Un momento antes habían sido expulsados Mario y Santino por enzarzarse en una jugada en el centro del campo.

Pero el intento de remontada se quedó en un espejismo. En los minutos finales, dos nuevos tantos emeritenses a cargo de Roberto en un impecable lanzamiento de falta y de Álvarez al rematar de cabeza un centro desde la banda izquierda. Partido más que sentenciado. Querer y no poder.