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Anabel Barrero, con la medalla de la maratón
Entrevista a Anabel Barrero Gordillo, una zarceña en la maratón de Nueva York

Entrevista a Anabel Barrero Gordillo, una zarceña en la maratón de Nueva York

"Cruzar la meta en Nueva York es emoción en estado puro"

PEDRO ESPINOSA

Sábado, 25 de noviembre 2017, 06:55

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No cabe en sí de gozo. Y no es para menos: ser maratoniana a los 47 años es un signo de disciplina y amor por el deporte. En esta entrevista lo demuestra.

Natural de La Zarza pero vecina de Villanueva de la Serena, está casada con Antonio Martínez y es madre de dos hijas, Alba y Lucía. Licenciada en Ciencias Económicas, dirige en la actualidad la gestión económica del SES en el Área de Salud de Don Benito. Gran aficionada al deporte, a sus 47 años acaba de correr la maratón de Nueva York.

¿Cómo ha resultado sido la experiencia de finalizar la maratón más popular del mundo?

La experiencia ha sido espectacular en todos los sentidos. Salir de nuestro país un grupo de compañeros y terminar te llena de felicidad y es una de las mejores sensaciones que se puede tener para un equipo de aficionados como nosotros.

¿Qué le impulsó a participar en la carrera?

Hace aproximadamente 5 años un compañero que hace maratones internacionales nos comentó que al cumplir los 50 años corrió la maratón de Nueva York y que le gustó tanto que para celebrar su 60 aniversario quería repetir. Mis compañeros le dijeron que en esta ocasión no iría sólo. Entonces yo no corría más de 10 o 15 kilómetros con muchísimo esfuerzo, por lo que ni me lo planteé, aunque me quedé con el gusanillo.

¿Había corrido otras maratones anteriormente?

Sí, mi primera maratón fue en el mes de abril, en Madrid. Me encontraba físicamente muy bien y me animé a prepararla.

¿Qué sensaciones se experimentan antes, durante y después de la carrera?

Muchos nervios. Cuando estás entrenando y preparando la maratón, te vas tranquilizando, pero a medida que se va aproximando la fecha van apareciendo los nervios.

Durante la carrera la sensación general fue de felicidad, sobre todo al ver una ciudad como Nueva York salir a la calle en un día frío y lluvioso para animar a los corredores. La gente, al leer tu nombre en la camiseta, te animaba al grito de Let's go, Ana. Al cruzar la línea de meta te sientes tan feliz que, aunque estás muy cansada, en ningún momento pierdes la sonrisa de la cara.

Una maratón tiene un gran componente de fortaleza mental. ¿Hay que prepararse mucho en este aspecto?

Sí, una maratón creo que sólo la puede hacer el que quiere, querer es poder. Una vez que mentalmente estás preparado, el resto es cuestión de entrenamiento, de disciplina.

¿Cuál fue el mejor momento de la carrera?

El mejor momento fue cuando vi a mi hermana, mi cuñado y mis sobrinos en la milla 17. Se me salía el corazón explicándoles lo feliz que estaba.

¿Y el peor?

No he tenido ningún momento malo. Había tanto público que no dejaba que te vinieras abajo en ningún momento.

¿Con qué imagen o imágenes se queda de la carrera?

Por supuesto con la entrada en la meta, es el momento en el que está garantizado que lo has conseguido.

¿Resulta muy caro participar en la maratón de Nueva York? ¿Cuánto cuesta, por ejemplo, la inscripción?

Sí. El dorsal lo he comprado a través de agencias de viajes especializadas en maratones y me ha salido por 500 euros. El sacrificio económico ha merecido la pena.

A nivel organizativo, ¿qué aspectos destacaría de la carrera?

La organización roza la perfección, puesto que dar salida a unas 55.000 personas no debe de resultar fácil. En cada milla te dan un vaso con bebida isotónica y otro con agua, por lo que no sientes, en ningún momento, necesidad de azúcar.

Y a nivel personal, ¿qué ha supuesto finalizar la prueba?

Para mí era un reto de un grupo de corredores sin más importancia que el hecho de terminar una carrera más, pero la repercusión social que ha tenido me ha emocionado muchísimo.

¿Cómo es el ambiente dentro y fuera de la carrea?

Impresionante. Para una ciudad tan grande como Nueva York, la maratón es el acontecimiento más popular. Paralizan el centro de la ciudad, cortan las vías principales, la gente sale a la calle y además de animarte te dan de comer: caramelos, chocolatinas, palitos salados

¿Qué consejos daría a quienes están empezando a correr o tienen intención de hacerlo?

Siempre digo que si yo lo hago, cualquiera puede. Sólo hace falta mentalización. A pesar de los días malos, nunca hay que abandonar.

¿Cómo fue el día después? ¿Recuperación, descanso?

Tener la sensación de ser un héroe en Nueva York es de las cosas más emocionantes que existen. Los maratonianos salen en los días siguientes a la carrera con su medalla colgada y los policías y militares se cuadran al verte. La gente cruza la calle si es necesario para darte la enhorabuena, los niños te observan con admiración y les sonríes. Con esta expectación no es necesario ningún descanso, te vas de compras y a lucir la medalla.

¿Cuánto tiempo ha dedicado y en qué consistido el entrenamiento?

Una vez que estás preparado para correr una media maratón el entrenamiento ya no es difícil, es cuestión de disciplina. Para esta maratón yo he entrenado 3 meses en sesiones de 3 días a la semana, dos días de 12 o 14 kilómetros y otro día, normalmente el domingo, con entrenamientos entre los 18 y los 30.

¿Cómo fue el día de la carrera: hora de levantarse, desayuno, salida?

La noche previa a la carrera no pude dormir. Un autobús nos recogió a las cinco de la mañana para llevarnos a la línea de salida. Teníamos que llevar puesta mucha ropa encima de la equipación con la que ibas a correr ya que hacía frio, ropa que había que donar. En el campo de salida podías volver a desayunar, aunque con los nervios no apetecía, ya que la mayoría había desayunado un buen café con tostadas y plátanos.

¿Cuál fue la estrategia de carrera?

La única estrategia era permanecer todos juntos a la velocidad del más lento, y así lo hicimos.

¿Qué sintió al ver y cruzar la meta?

Emoción en estado puro.

¿Se plantea correr más maratones?

Si, de momento no sé cuál, pero me gustaría volver a correr algún día, con mis hijas y mi marido, la maratón de Nueva York.

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